31 de Agosto, la última calle de la vieja Donostia

Van a cumplirse 203 años desde que la ciudad de Donostia-San Sebastián fuese pasto de las llamas. La Guerra de la Independencia dejó una ciudad completamente arrasada con la excepción de una única calle: La calle 31 de Agosto (Abuztuaren 31 kalea).

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Situada entre las dos iglesias más antiguas de la ciudad, la calle 31 de Agosto es una de las más importantes de San Sebastián y también la más vieja.

Jamás podría haber imaginado toda la historia guardada en el tiempo entre los muros de piedra de las fachadas de ese lugar. Paseé por ahí estando yo en la inopia, con la mente más en mi luna personal que en la tierra. Me peiné el flequillo en los cristales de algún local sin pensar que me encontraba en la calle más vieja de la ciudad.

Pero algo debí de intuir, porque si no, no me hubiese detenido después para sacar fotos. 

Mi manera de funcionar respecto a este blog a veces es muy básica, pero también está cargada de ilusión. Y es que si un sitio me llama la atención un poquito, le saco unas cuantas fotos y pienso: Seguro que tiene una historia detrás, todo tiene su historia.

Y la tiene. 

La calle 31 de Agosto recuerda con su nombre una de las fechas más trágicas y oscuras en la historia de la ciudad de Donostia. Una fecha cargada de horror que ahora es recordada con emotividad en la fiesta que se celebra en su conmemoración ese mismo día y en esa misma calle. 

No voy a ponerme a hablar de tácticas bélicas ni de batallas, pero si que voy a narrar muy brevemente los hechos que confirieron a esta fecha y a este lugar la importancia histórica que poseen hoy en día. 

Dibujo del asedio de Donostia tomado de Wikimedia Commons

Durante la Guerra de la Independencia Española, durante el verano de 1813, San Sebastián fue tomado por el ejército francés. El ejército español se alió con las fuerzas anglo-portuguesas comandadas por el Duque de Wellington para lanzar un asalto a la ciudad y desalojar a las tropas napoleónicas. 

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El 31 de Agosto tuvo lugar el golpe final, en el que las tropas inglesas y portuguesas derrotaron a los franceses. Sin embargo, no fue a favor de Donostia, pues las mismas tropas que acababan de liberar la ciudad decidieron tomarla y destruirla. 

Saquearon las casas, violaron a las mujeres y asesinaron a muchos ciudadanos inocentes para después quemar la ciudad hasta los cimientos. 

Y la única calle que se salvó fue la anteriormente conocida como calle de la Trinidad, lugar en el que estas tropas se alojaban. Esa es la calle hoy en día conocida como 31 de Agosto. 

De los aproximadamente 8000-9000 habitantes que tenía Donostia solo se salvaron de esa barbarie la mitad.

Después de que la ciudad quedase arrasada, varios de los vecinos supervivientes más destacados de San Sebastián se reunieron en el barrio de Zubieta para decidir sobre el porvenir de la ciudad, y la decisión que tomaron fue reconstruirla en el mismo lugar en el que se encontraba.

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Los donostiarras celebran cada 31 del mes de Agosto la conmemoración de estos hechos mediante desfiles, recreaciones históricas de batallas, bandas de txistularis, coros, ofrendas florales a las víctimas… Al final del día, las luces se apagan y los vecinos encienden velas en esta calle para rememorar el incendio.

Esta celebración no solo sirve para recordar y homenajear a quienes perdieron la vida, sino también para celebrar el espíritu de valentía y de superación que los supervivientes pusieron en la reconstrucción de la ciudad. 

Imagen tomada de este video de Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=nDZ1oMxkaPg

La calle 31 de Agosto está repleta de obras y de espacios que nos hacen echar la mirada al pasado. Como he dicho antes, se encuentra entre las dos iglesias con más edad de toda la ciudad: La iglesia de San Vicente y la Basílica de Santa María del Coro.

La Iglesia de San Vicente data del siglo XVI y se trata, posiblemente, del monumento arquitectónico más antiguo de la ciudad de Donostia. 

En el otro extremo de la calle se encuentra la Basílica de Santa María del Coro, blanco del objetivo de muchos turistas pero imposible de fotografiar en todo su esplendor por encontrarse entre calles tan cerradas.

Data de 1774 y pertenece al barroco.

Pero no es el único edificio viejo que hay en esta calle. En la plaza de la Trinidad (que conserva el nombre original que tenía esta calle) se encuentra, por ejemplo, esta vieja fachada.

Aunque no todas las fachadas son de hace 200 años. 

En la calle Valle Lersundi podemos encontrar una escultura muy reveladora.

Se trata de un homenaje a la población civil que reconstruyó la ciudad, representada como una mujer que porta ladrillos en un cesto sobre su cabeza.

Pero todo este patrimonio histórico de la ciudad no ha impedido que la modernidad se abra paso por estas calles, y como mejor ejemplo de ello voy a poner la Plaza de Ignacio Zuloaga y el museo de San Telmo, que se encuentran justo frente a la iglesia de San Vicente. 

El San Telmo es el museo municipal de Donostia que se encarga de ilustrar la evolución de la sociedad vasca mediante piezas y exposiciones etnográficas, históricas, arqueológicas.

También trata las bellas artes.

Su aspecto se contrapone al resto de la calle y, en parte, eso le da mayor encanto. 

Ahora que he terminado esta entrada me arrepiento de no haberla dividido en dos, o incluso en tres, para cuando no tenga material para escribir sobre nuevos lugares…

Y es que la calle 31 de Agosto está repleta de cosas que ver. Pero sobre todo, esta calle está repleta de reminiscencias sobre una ciudad que se perdió y tuvo que ser reconstruida desde sus cimientos.

¿Te atreves a pasear a través del testigo más viejo de la historia de Donostia?

2 comentarios en “31 de Agosto, la última calle de la vieja Donostia

    • Esta entrada del blog se escribio en 2016 por lo tanto si eran los 203 años que reflejaba el principio del texto. Si no fueron los muertos indicados, puedes citarnos la fuente de donde sacas los datos?

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